Qué tipos de fracturas hay y cómo actuar frente a una emergencia

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Durante más de 15 años he ejercido como traumatólogo, atendiendo a miles de pacientes en lesiones óseas. Mi formación en cirugía ortopédica y traumatología me ha permitido tratar desde fracturas simples hasta casos complejos que requieren intervención quirúrgica. Gracias a esta experiencia, quiero ofrecerte información clara, confiable y útil sobre qué tipos de fracturas hay, cómo reconocerlas y cómo actuar de manera adecuada en una emergencia.

Una fractura ósea ocurre cuando la continuidad del hueso se interrumpe debido a un impacto, caída, accidente o esfuerzo excesivo. Aunque solemos asociar este término con lesiones graves, lo cierto es que una fractura puede ir desde una pequeña fisura hasta una rotura completa del hueso.

El hueso, aunque es resistente, no es indestructible. Su función principal es sostener el cuerpo, proteger órganos vitales y permitir el movimiento. Cuando se produce una fractura, no solo se compromete la movilidad, sino también la calidad de vida del paciente, ya que puede provocar dolor intenso, inflamación y limitaciones funcionales.

Las fracturas pueden deberse a múltiples factores. El más común son los traumatismos, como caídas, accidentes de tránsito o lesiones deportivas. Sin embargo, también existen fracturas por fragilidad, que aparecen en personas con huesos debilitados debido a la osteoporosis.

Otra causa frecuente son los esfuerzos repetitivos, sobre todo en atletas o trabajadores que realizan movimientos constantes. Estos microtraumatismos pueden acumularse hasta generar una lesión conocida como fractura por estrés. Identificar la causa es clave, ya que determina el tratamiento y las medidas de prevención a seguir.


Imagen clínica de una fractura abierta con exposición ósea

Existen diferentes clasificaciones para describir los tipos de fracturas, lo que ayuda a los especialistas a determinar el mejor tratamiento. A continuación, detallo las más relevantes:

Según la causa de la rotura

  • Fracturas traumáticas: provocadas por un golpe directo, caída o accidente.
  • Fracturas patológicas: se producen en huesos debilitados por enfermedades como cáncer, osteoporosis o infecciones.
  • Fracturas por estrés: consecuencia de movimientos repetitivos o sobrecarga en actividades físicas intensas.

Según el daño

  • Fractura cerrada: el hueso roto no atraviesa la piel. Es menos riesgosa en cuanto a infecciones, pero igual de dolorosa.
  • Fractura abierta: el hueso sobresale y rompe la piel, exponiéndose al exterior. Este tipo es más grave por el alto riesgo de infecciones y complicaciones.

Según el trazo (el patrón físico de la rotura)

  • Fractura transversal: el hueso se rompe en línea recta.
  • Fractura oblicua: la línea de rotura es inclinada.
  • Fractura espiroidea: causada por torsión, la línea de fractura es helicoidal.
  • Fractura conminuta: el hueso se fragmenta en tres o más partes, siendo una de las más difíciles de tratar.

Radiografía mostrando una fractura cerrada en el brazo

📌 Tabla comparativa de tipos de fracturas


ClasificaciónTipo de fracturaCaracterística principal
Según el dañoFractura cerradaEl hueso no atraviesa la piel
Según el dañoFractura abiertaEl hueso sobresale y rompe la piel
Según el trazoFractura conminutaEl hueso queda en múltiples fragmentos
Según la causaFractura por estrésAparece por sobrecarga o movimientos repetitivos

En caso de sospecha de fractura, lo primero es mantener la calma y evitar mover innecesariamente la zona afectada. Inmovilizar la extremidad con férulas o improvisar con tablas rígidas puede ayudar a reducir el dolor y prevenir más daños.

Nunca intentes recolocar un hueso por tu cuenta. Si la fractura es abierta, cubre la herida con una gasa limpia y acude de inmediato a un centro de traumatología. El traslado debe hacerse con cuidado, evitando movimientos bruscos. El tiempo es crucial, mientras más rápido se reciba atención médica, menor será el riesgo de complicaciones.

Los síntomas más comunes incluyen dolor intenso, hinchazón, hematomas y deformidad visible en la zona. En algunos casos, se escucha un crujido en el momento de la lesión. Además, la incapacidad para mover el miembro afectado es un signo claro de fractura.

En fracturas más graves, como la fractura abierta o la fractura conminuta, el sangrado y la exposición del hueso son evidentes. Ante cualquier sospecha, lo más recomendable es no subestimar la lesión y acudir a un especialista.

¿Qué puedo hacer para prevenir las fracturas?

La prevención comienza con mantener huesos fuertes. Una dieta rica en calcio y vitamina D, acompañada de ejercicio regular, mejora la densidad ósea. En personas mayores, es fundamental evitar caídas mediante el uso de calzado adecuado y la adaptación del hogar.

En deportistas, la prevención incluye entrenamientos progresivos y uso de equipo de protección. Reconocer señales tempranas, como dolor persistente en una zona específica, puede evitar complicaciones como una fractura por estrés.


Médico traumatólogo atendiendo a un paciente con fractura conminuta


¿Qué tipos de fracturas hay y cuál es la más común?

Existen fracturas cerradas, abiertas, conminutas, transversales, oblicuas, espiroideas y por estrés. La más común es la fractura cerrada.

¿Qué hacer en caso de una fractura abierta?

Cubrir la herida con una gasa limpia, no intentar recolocar el hueso y acudir de inmediato a un centro médico

¿Cómo se trata una fractura conminuta?

Generalmente requiere cirugía, ya que los fragmentos deben alinearse y fijarse con placas, tornillos o clavos.

¿Se puede prevenir una fractura cerrada o abierta?

Sí, fortaleciendo los huesos con buena alimentación, ejercicio y evitando caídas o impactos fuertes.

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