Muchos pacientes llegan convencidos de que se trata de un simple esguince o una fascitis plantar, pero tras una evaluación clínica detallada, el verdadero diagnóstico suele ser síndrome del túnel del tarso, una condición poco conocida, pero más común de lo que parece. Mi experiencia en cirugía ortopédica y rehabilitación me ha permitido acompañar a pacientes en todas las etapas de este padecimiento, desde el diagnóstico hasta la recuperación total.
El síndrome del túnel tarsiano puede afectar tanto a hombres como a mujeres, especialmente a quienes pasan mucho tiempo de pie, practican deportes de impacto o presentan problemas biomecánicos en los pies. En este artículo, te explicaré de manera clara y completa qué es, cómo se diagnostica y cuáles son las mejores opciones de tratamiento, tanto conservadoras como quirúrgicas, para aliviar el dolor y recuperar tu movilidad.
¿Qué es el túnel tarsiano?
El túnel tarsiano es un canal estrecho ubicado en la parte interna del tobillo, justo detrás del hueso llamado maléolo medial. Dentro de este túnel pasan estructuras muy importantes, como el nervio tibial posterior, arterias, venas y tendones que se dirigen hacia la planta del pie. Este espacio está cubierto por un ligamento grueso que actúa como un techo protector.
Cuando este túnel se estrecha por cualquier motivo, las estructuras que lo atraviesan pueden sufrir compresión o irritación, lo que desencadena dolor, entumecimiento o sensaciones de ardor en el pie. Esta alteración se conoce como síndrome del túnel del tarso, y aunque suele confundirse con otros problemas como la fascitis plantar o neuropatías periféricas, su origen radica en la presión ejercida sobre el nervio tibial.

¿Qué es el síndrome del túnel del tarso?
El síndrome del túnel del tarso o síndrome del túnel del tarso es una neuropatía compresiva del nervio tibial posterior, causada por la disminución del espacio dentro del túnel tarsiano. Esta presión puede deberse a diferentes factores, como lesiones, deformidades del pie o procesos inflamatorios.
En términos sencillos, este síndrome ocurre cuando el nervio que pasa por el túnel tarsiano se “atrapa”. Esto genera una serie de molestias que pueden variar desde un leve hormigueo hasta un dolor intenso que limita la marcha. Detectarlo a tiempo es fundamental, ya que un diagnóstico tardío puede derivar en daño nervioso permanente y pérdida de sensibilidad.
Síntomas del síndrome del tarsiano
Los síntomas del túnel del tarso pueden ser muy variados, pero existen algunas señales que deben levantar sospecha. El dolor suele localizarse en la parte interna del tobillo o en la planta del pie, y puede irradiarse hacia los dedos. A menudo se describe como una sensación de ardor, descarga eléctrica o entumecimiento.
En algunos casos, los síntomas empeoran al estar mucho tiempo de pie o al caminar largas distancias. También es frecuente que los pacientes sientan alivio al descansar o masajear el área afectada. Cuando el síndrome progresa, pueden aparecer calambres nocturnos o incluso debilidad en los músculos del pie.
Tabla comparativa: diferencias entre afecciones del pie con síntomas similares
| Afección | Síntomas principales | Zona afectada | Dolor al presionar el tobillo interno |
| Síndrome del túnel del tarso | Dolor, ardor, hormigueo, entumecimiento | Tobillo y planta del pie | Sí |
| Fascitis plantar | Dolor punzante al iniciar la marcha | Talón y arco plantar | No |
| Neuropatía periférica | Hormigueo constante, pérdida de sensibilidad | Dedos y planta del pie | No siempre |
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Causas del síndrome del tarso
El síndrome del túnel del tarso puede originarse por múltiples causas. Entre las más frecuentes se encuentran los traumatismos, como esguinces de tobillo o fracturas mal consolidadas, que alteran la anatomía del túnel. También puede deberse a la presencia de quistes, varices, inflamación de tendones o edema crónico que comprimen el nervio tibial.
Otras causas frecuentes incluyen deformidades estructurales del pie, como el pie plano, que aumenta la tensión sobre el nervio. En deportistas o personas que caminan largas distancias, la sobrecarga repetitiva puede irritar las estructuras del túnel. En casos menos comunes, enfermedades como la artritis reumatoide o la diabetes también pueden contribuir a la compresión nerviosa.

Diagnóstico del síndrome del tarso
El diagnóstico del síndrome del túnel del tarso requiere una evaluación clínica minuciosa. En consulta, realizo una exploración física detallada buscando zonas de dolor, hormigueo o debilidad muscular. Una maniobra muy útil es el signo de Tinel, que consiste en percutir suavemente sobre el nervio tibial: si el paciente siente una descarga eléctrica hacia el pie, el resultado se considera positivo.
Además de la exploración física, es importante complementar con estudios de imagen como resonancia magnética, ecografía o electromiografía, que permiten valorar el estado del nervio y descartar otras causas de dolor. Un diagnóstico temprano mejora significativamente las probabilidades de éxito del tratamiento.
Tratamiento de la neuralgia del tibial posterior
El tratamiento del síndrome del túnel del tarso depende del grado de compresión y del tiempo de evolución. En fases iniciales, se recomienda un manejo conservador que incluye reposo, fisioterapia, uso de plantillas ortopédicas y medicamentos antiinflamatorios. En algunos casos, las infiltraciones de corticoides pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
La neuralgia del tibial posterior, que es el dolor resultante de la compresión nerviosa, puede requerir terapias específicas como la neurodinamia, técnicas de liberación miofascial o incluso tratamientos con ondas de choque. Si el dolor persiste o hay signos de daño nervioso, se valora la opción quirúrgica.

¿Cuándo se necesita la cirugía?
La cirugía del túnel tarsiano se indica cuando los tratamientos conservadores no logran aliviar los síntomas tras varios meses. El procedimiento consiste en liberar el nervio tibial posterior eliminando las estructuras que lo comprimen, como ligamentos engrosados o masas internas. Es una cirugía precisa y segura, con excelentes resultados en la mayoría de los casos.
Después de la intervención, el paciente debe seguir un plan de rehabilitación progresivo para recuperar la movilidad y la fuerza del pie. El retorno a las actividades normales suele lograrse entre 6 y 12 semanas, dependiendo del caso. Es fundamental la supervisión médica durante todo el proceso para evitar recaídas y garantizar una recuperación completa.
Preguntas frecuentes sobre el síndrome del túnel del tarso
¿Qué causa el síndrome del túnel del tarso?
Suele deberse a la compresión del nervio tibial posterior por inflamación, lesiones o deformidades estructurales del pie.
¿Cuáles son los síntomas del túnel del tarso más comunes?
Dolor, ardor, hormigueo y entumecimiento en la planta del pie o el tobillo interno.
¿Cómo se diagnostica el síndrome del túnel del tarso?
Mediante examen físico, prueba de Tinel, resonancia magnética o estudios neurofisiológicos.
¿El síndrome del túnel del tarso requiere cirugía siempre?
No, solo cuando el tratamiento conservador no logra aliviar los síntomas después de varios meses.
¿Es posible prevenir el síndrome del túnel tarsiano?
Sí, manteniendo una buena biomecánica del pie, usando calzado adecuado y evitando el sobrepeso o las actividades de impacto prolongadas.